¡Renueva tu matrimonio!
P. Adolfo Güémez, L.C.
No hay algo que no necesite de cuidados para seguir viviendo. Asimismo, todo matrimonio
se tiene que renovar para no morir.
El problema es que pocas veces le damos los cuidados y la atención que merece, pues se da
por sentado que el amor siempre estará ahí. Pero es como si yo tuviera cien mil pesos en una
cuenta bancaria y fuera por ahí gastándolos, sin ningún cuidado, pensando que siempre tendré
un saldo a favor. ¡Más temprano que tarde esa cuenta se quedará sin fondos!
El matrimonio o se renueva o corre el riesgo de la autodestrucción.
Renovarlo no es como cuando uno cambia de coche, porque, en este caso, la pareja siempre
será la misma. Ni tampoco es como pintar una casa, pues esa renovación es sólo exterior.
Renovar el matrimonio es mejorarlo siempre, haciendo que cada nuevo día sea mejor.
Me viene a la mente la famosa manera en que Miguel Ángel esculpía sus esculturas. Para él,
cada estatua estaba encerrada en el trozo de mármol, y el arte de su trabajo era simplemente
liberarla.
Así, todo matrimonio tiene una vocación a una belleza y plenitud que sólo Dios conoce, y,
renovándolo, es como llegamos a ella. ¿Qué aprendemos de esto?
:: 1. Que el matrimonio siempre se puede mejorar ::
En Florencia existen algunas esculturas que Miguel Ángel nunca terminó. Pero, si así son
hermosas, ¡qué no hubieran sido terminadas!
El matrimonio que tienes puede ser muy bueno hoy en día, pero, ¡qué será si lo sigues
trabajando y cuidando todos los días!
La clave para un matrimonio siempre feliz y pleno es jamás conformarse. Siempre estar en
pie de lucha para crecer. Es levantarse todos los días y proponerse ser mejores el uno para el
otro.
:: 2. Que para ganar antes hay que perder ::
El matrimonio está siempre lleno de renuncias. ¿Qué pareja puede negar esto? Pero sólo
tienen sentido para ganar algo mucho más valioso.
Desde el punto de vista del bloque de mármol, el hecho de que un cincel esté arrancándole
pedazos, es una pérdida. ¡Pero mirado desde la obra de arte, cada cincelazo es una ganancia!
Así también, cada sacrificio, cada cambio de actitud, cada acto de entrega, desde un punto de
vista individualista, puede parecer una pérdida. Pero examinado desde el matrimonio, ¡es una
ganancia inigualable!
Todo sacrificio hecho por amor embellecerá siempre tu matrimonio, aunque sientas que el
otro no lo valora ni lo corresponde.
:: 3. Que una obra de arte nunca termina ::
Miguel Ángel era perfeccionista. ¡Pero Dios lo es muchísimo más! Por eso jamás está
conforme con lo que hemos logrado, pues sabe que podemos lograr más.
Es normal que el cansancio del día a día le robe ilusión al matrimonio. ¡Pero no nos olvidemos
que estamos creando algo inédito, y, por lo tanto, único!
Lo que traen los esposos entre manos es mucho más que una obra de arte, ¡es un proyecto
para la eternidad, pues a lo que se comprometieron frente al altar fue nada más y nada menos
que a llevarse mutuamente hasta el cielo!
www.padreadolfo.com