Breve elogio de la brevedad
P. Fernando Pascual
14-5-2016
Ser breves tiene sus ventajas, especialmente en nuestro tiempo inquieto y acelerado.
Primero, porque permite centrar la atención sobre lo esencial del asunto que se quiere tratar.
Segundo, porque ayuda a dejar clara la idea que uno expone.
Tercero, porque alegra a los lectores u oyentes: en poco tiempo acceden al pensamiento de otro.
Cuarto, porque ahorra tiempo también en quien manifiesta sus propias convicciones.
Quinto, porque exige reflexión: para ser breves hay que haber rumiado bien el argumento a considerar.
Sexto, porque a los que no están de acuerdo les resultará mucho más fácil formular preguntas u
objeciones.
Séptimo, porque promueve la difusión: en el mundo de las comunicaciones rápidas la brevedad corre
como fuego entre matorrales.
Octavo... Lo dejamos así, sin añadidos, para ser breves...