Para que no haya enfermedades, ¿matar es bueno?
P. Fernando Pascual
27-2-2016
Pocos admitirán que matar sería un buen método para que no haya enfermedades. Una enfermedad
muchas veces no provoca la muerte, y vale la pena vivir también en medio del sufrimiento. Contra las
enfermedades lo correcto es prevenir en los sanos, curar y ayudar a los enfermos.
A pesar de que lo anterior resulta claro, hay quienes promueven el aborto en casos de enfermedades
que pueden provocar daños en el hijo. Es decir, hay quienes buscan eliminar a un ser humano antes de
nacer con la excusa de que puede tener algún daño o defecto.
Este tipo de mentalidad obedece a la lógica eugenésica que tanto daño ha provocado en la historia
humana. Porque el deseo de salud no da permiso para eliminar a quienes no son sanos. Nunca resultará
justo pedir que se liberalice el aborto para afrontar algunas situaciones de epidemia.
En un mundo donde la sensibilidad ecológica lleva a la defensa de plantas y animales en peligro de
extinción hace falta promover otra sensibilidad mucho más seria y solidaria: la que defiende la vida de
todos los seres humanos, sanos o enfermos, antes o después del parto.
Frente a quienes presionan a los gobiernos y a la gente para abortar cuando un virus o una bacteria se
difunden de modo alarmante, hay que abrir los ojos y defender a los débiles. Solo entonces
superaremos la terrible “cultura del descarte” tantas veces denunciada por el Papa Francisco, y
promoveremos una cultura de la inclusión y de la acogida de todos, especialmente de los débiles y los
enfermos.