LA IGLESIA
CONOCE TU FE .
El bautizo en la Iglesia Católica es el comienzo para caminar y crecer en busca de
la felicidad eterna. El bautizo es el rito que con la invocación a Dios Padre, a Dios
Hijo y a Dios Espíritu Santo, nos redime del pecado original y nos llena de gracia y
bendiciones.
Lo más usual en las familias creyentes, es que continúen con su apoyo y nos
enseñen las primeras oraciones para estimular ese apetito por conocer más de Dios
y hace que esa Fe que nos inundó con la gracia del bautismo, sea cada día más
firme y amemos con más ardor, lo que no vemos físicamente, pero si sentimos su
presencia en nuestra vida.
Para crecer en la Fe, hay que enriquecerse en el conocimiento de la Iglesia. No se
puede amar lo que no se conoce. El que asocia su vida a Cristo, va a conocer el
amor de Cristo y esto sucede cuando conocemos la trayectoria de Cristo, quien dio
su vida para salvar la nuestra. Cristo es la esperanza.
Para caminar con Cristo, solo hay que proponérselo, y será la persona más
importante que conoceremos en nuestra vida. Cristo no evalúa por el poder,
fortuna o cultura. Él te pide que no seas vanidoso, que seas sencillo, obediente a
sus enseñanzas y atento para perdonar. Cristo siempre está dispuesto a perdonar,
tal es así, que entre sus discípulos estaban: Pedro y Judas Iscariote, los dos eran
discípulos, Obispos, estaban en la última cena presentes y los dos en algún
momento, lo traicionaron, uno lo negó y el otro lo denuncio. Al final hubo una gran
diferencia: Judas se avergonzó y se suicidó, pero Pedro se avergonzó y se
arrepintió.
Cristo premio el arrepentimiento de Pedro, por eso, lo escogió para edificar su
Iglesia.
Incorpórate y trabaja por tu Iglesia, eso bendecirá a tu familia con Paz, Unión y
Alegría, lee la Palabra de Dios, lee la vida de los Santos e imitemos su ejemplo.
Conoce a la Santísima Virgen María, asistamos a la Santa Misa con frecuencia,
recemos el Santo Rosario y visitemos el Santísimo Sacramento en el Altar, llevemos
a la práctica las obras de misericordia, seamos generosos y compasivos: El Señor lo
es con nosotros, confesemos con frecuencia tomando como índice los diez
Mandamientos. Veras que feliz te vas a sentir. En los momentos difíciles nunca
estaremos solos, El Señor estará con nosotros hasta el día final, esa es su promesa
y su palabra es IRREVOCABLE.
Como decía San Juan Pablo II: NO TENGAN MIEDO.
Diego Quirós, Sr.