El rezo del Rosario
Rebeca Reynaud
La hermana Lucia de Fátima hizo en 1957 una hermosa apología del rezo
del Rosario: “En estos últimos tiempos, la Virgen ha dado una nueva
eficacia al rezo del Rosario, hasta el punto de que no hay ningún problema,
por difícil que sea, temporal o espiritual, que no pueda ser resuelto por el
rezo del Rosario. Con el Rosario nos salvaremos, con él podemos
santificarnos, consolar a nuestro Señor y obtener la salvación de muchas
almas.” S￳lo la gracia de Dios puede romper las resistencias secretas del
alma.
El Papa Francisco dijo: “El Rosario es la oraci￳n que acompa￱a todo el
tiempo de mi vida. Es también la oraci￳n de los sencillos y de los santos…
es la oraci￳n de mi coraz￳n”.
La Virgen es la mujer que posee todo lo que la sabiduría y omnipotencia de
Dios puede dar a una criatura: tanto cuanto es posible recibir en el orden
natural y sobrenatural. La que fue escogida para ser la Madre de Dios hecho
hombre, recibió todas las bendiciones y toda la protección divina.
En varias apariciones, la Virgen ha pedido que recemos el Rosario a diario
pues es el arma con la que se vence al maligno. El poder del Rosario es
sobrenatural. No hay palabras humanas capaces de explicarlo, ¡cómo da
serenidad! La vida es preciosa pero es dura, y muchas veces es nuestra
Madre Santa María la que acalla nuestra soberbia y nos ayuda.
Dijo John Rick Miller: Donde hay más bien, hay más mal para destruir el
bien. Estamos en pleno campo de batalla. Si le decimos que sí a Dios,
estamos de parte del que vence. No es casualidad que la Virgen haya
querido quedarse en México. Nos dice cómo vivir cada día. La presencia de
la Guadalupana, cuidándonos, nos ayuda a sabernos hijos de Dios, no hijos
del mundo. Tenemos sangre bendita y es la que producirá una gran luz de
esta nación hacia las demás. Es el momento de entender que es el
momento de México. México es un don para el mundo, pero si no lo
entendemos, estaremos en tinieblas como el resto de las naciones. Nadie
tiene la presencia viva de la Bienaventurada Virgen María. Si nos
consagramos al Corazón de Jesús y de María, la mano protectora de Dios
estará sobre nosotros.
El Rosario es un modo de venerar a la Virgen María, es una adoración a
Dios y una derrota al diablo; es humildad. Todo lo que la Virgen hace por
nosotros es invisible y nunca nos lo reclama. Estamos viviendo el estado
espiritual más oscuro de la historia de la humanidad porque es cuando hay
más pecado, más maldad, pero también el bien crece. Es un tiempo en el
que vivimos las manifestaciones más extraordinarias de María. No estamos
viviendo su silencio. Está presente en la historia en una abundancia
gigantesca, a esto se le llama los océanos de María, por esta razón abunda
la gracia, porque abunda el pecado. Cada vez estamos más cerca del
regreso del Señor. Santa María es la Madre de gracia que protege a todas
las almas que navegan por este destierro hacia Jesús.
El mensaje de María es “conviértete ya, cambia ya, no mañana”. María es
reina de la milicia celestial y terrena.
¿Por qué el Santo Rosario es tan eficaz? Porque es una oración sencilla,
humilde y, a través de ella, la Virgen nos forma espiritualmente en la
sencillez de corazón. Stefan Gobbi dice: Hoy Satanás logra conquistar casi
todo con la soberbia y la rebelión contra Dios, y tiene terror a los que
siguen a la Madre de Dios por el camino de la pequeñez y la humildad.
Mientras los grandes desprecian esta oración, la recitan con amor los que
luchan por ser humildes y fieles al Señor.
En China, el Obispo Jia Zhi Guo, dirige la diócesis de Zhengding en la
provincia de Hebei, y en una entrevista reafirmó su lealtad a la Iglesia
Católica Romana. Para los laicos que luchan por el futuro de su religión, él
les dice que la prioridad es su santidad personal: “Recuerden, s￳lo si no se
busca el interés personal, tendrán éxito... Oren en la mañana y en la noche,
y el Rosario diariamente, para purificarse y para que Dios los pueda usar
como instrumentos”. Luego los instruye para que conserven la serenidad
porque el peso del drama que vive la Iglesia católica en China pertenece a
Dios. “El hombre puede hacer una cosa u otra, pero al final, el trabajo será
terminado por Dios”. Lo que a ellos les toca, dice, es preservar intacta la fe
cat￳lica. “Los hombres olvidan con frecuencia que Dios está activo y
participa en la historia humana, y si ha permitido que el gobierno
comunista haya tomado el poder en China es por algo”. Finalmente él
afirma que será fiel a la fe de sus padres y, a la vez, fiel al gobierno en lo
referente a temas políticos y seculares, mientras no interfieran con la fe.
Pío XI (1937) dice que "el Rosario ocupa el primer puesto entre las
devociones en honor de la Virgen y que sirve para progresar en la fe, la
esperanza y la caridad".