Fotos, realidades y engaños
P. Fernando Pascual
7-3-2015
Dicen que una imagen habla más que mil palabras. Pero hay imágenes que callan, que confunden, que
engañan.
¿Cuándo ocurre eso? Cuando una imagen recoge un fragmento de unos hechos y oculta otros.
Por poner algunos ejemplos: una foto de un policía que golpea a un manifestante gira y gira mientras
no sabemos ni lo que pasó antes ni lo que pasó después, ni lo que hacían otros manifestantes en un
lugar cercano mientras destruían coches de ciudadanos pacíficos.
Otra foto, al revés, muestra a unos manifestantes que golpean a un policía acorralado. Pero antes
muchos policías, sin cámaras, cercaron y golpearon sin piedad a manifestantes y no manifestantes, sin
distinción alguna.
Los ejemplos podrían ser infinitos. En la propaganda de las ideas, las fotos sirven como cebos que
engañan a muchos, precisamente porque generan la ilusión de que una foto ilustra hechos.
En realidad, las fotos que focalizan la atención en una parte y dejan de lado muchos otros aspectos de
los hechos sirven para manipular a la gente, que promueven engaños y desenfoques.
Por eso, antes de difundir rabiosamente fotos que parecen “gritar” verdades, deberíamos preguntarnos:
¿qué otros hechos de nuestro mundo merecen nuestra atención, nuestros comentarios, nuestras críticas,
nuestro apoyo? ¿Qué hombres y mujeres, ocultos por falta de la atención de los fotógrafos, necesitan
una palabra de apoyo y un gesto de solidaridad por parte de quienes desean trabajar, seriamente, por un
mundo más justo y más bueno?