COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO
BAJO LAS SOMBRAS DEL ASOMBRO
Caminante sin camino.
Marinero sin mar.
Horizonte sin cielo.
Poesía sin palabras.
Rodeado de nada.
Envuelto en soledades.
Cercado por el silencio.
Hundido en la miseria.
Nadie conoce a nadie.
Nadie quiere saber de nadie.
A nadie le importa nadie.
Soy como ese árbol solo.
Ignorado por todos.
Trenzo sueños.
Entrelazo latidos.
Entretejo suspiros.
Miro a las alturas.
Pero vivo en las bajuras.
Pobre de mí sin un aliento.
Soy tierra nada más.
Vino un ángel y me despertó.
Me rocío una sonrisa.
Me soltó una esperanza.
Pero la vida me dejó un misterio.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
9 de enero de 2015