SER PERSONA
Como muchas veces me encontré conversando con aquel joven.
Su vida está llena de situaciones complejas y de no muy sencilla solución.
Al comienzo era reacio a conversar sobre su situación pero con el paso del tiempo
habla de ella con total naturalidad.
Este paso me resulta importante y significativo puesto que dice de la aceptación de
su realidad.
Ya no oculta su situación sino que la conversa con naturalidad.
Con naturalidad relata sus pérdidas y su hundirse en una situación que lo supera.
Pensó podía superar su situación pero esta se fue apoderando de él hasta
superarle.
Cuando quiso darse cuenta ya no dominaba su vida sino que esta se le iba por
entre los dedos sin posibilidad de ejercer algún control sobre ella.
Sabe que, aún, no ha cometido ninguna infracción legal pero sabe ha cometido
muchas infracciones.
En oportunidades ha recurrido a la mentira.
En oportunidades ha desoído recomendaciones recibidas.
Muchas veces se hizo un propósito que no ha sabido o podido cumplir.
Pasó un tiempo donde él no se importaba.
Le daba igual andar sucio o bien presentado.
Un día tomó conciencia de que se estaba abandonando y comenzó a cuidarse
dentro de sus posibilidades.
El cambio era notorio y él se alegraba con ello.
Pero es consciente de que aún no ha logrado superar la raíz profunda de su caída.
Reconocer que con sus únicas fuerzas no podía superar su mal le llevó un tiempo.
Todo le fue ayudando a solicitar ayuda al verse hundiéndose un algo más.
Se iba hundiendo con los ojos abiertos y ello le llevó a solicitar ayuda.
Continuar de la forma en que se encuentra es hundirse definitivamente y no desea
llegar a ello.
Sabe lo que tal cosa es ya que ha visto a otros hundidos y encerrados en ellos
mismos.
Ha llegado a una altura de su vida donde se decide gran parte de su mañana.
Un mañana que está completamente en sus manos en la medida que deje ser
ayudado.
Pensando en esto es que me encontré de cara a la festividad de Cristo Rey del día
de mañana.
Un reinado que no es de grandes cosas sino de pequeñas y cotidianas realidades.
Pero de entre todas esas realidades ninguna tan importante como el ser humano.
El reinado de Cristo encuentra en el ser humano la mayor expresión de su vigencia.
Cuando alguien se sabe y actúa como persona el reinado de Cristo se hace
presencia.
Cuando alguien busca rescatarse a si mismo el reinado de Cristo se hace realidad.
Cuando alguien toma conciencia de su estarse hundiendo y desea comenzar a
trepar, nuevamente, por la ladera de la vida el reinado de Cristo se hace verdad.
Cuando alguien se acerca a otro sin cuestionamientos pero con respeto y
aceptación el reinado de Cristo es de hoy.
Cuando alguien respeta aunque no comparta códigos y conductas está haciendo
tangible el reinado de Cristo.
Cuando alguien es capaz de hacerse un tiempo para brindarlo desinteresadamente
a otro para que, simplemente, se sepa alguien está haciendo presente el reinado de
Cristo.
El reinado de Cristo es una realidad que dice de nuestra relación para con los
demás y, así, nuestra relación con Dios.
El reinado de Cristo dice de una postura ante la vida.
Su reinado dice de dignificar al próximo y de fraternidad que se construye.
Su reinado dice de pies sobre la tierra y de sentido común.
El reinado de Cristo no se queda encerrado entre las paredes de un templo ni entre
aquellos que piensan en sintonía con uno.
Al reinado de Cristo lo encontramos en las diversas calles de la ciudad.
Al reinado de Cristo lo hallamos en el interior de cada ser humano que se sabe tal y
busca recuperarse.
Padre Martín Ponce de León SDB