Una Parábola que rompe nuestra lógica
Juan Manuel del Río
Testo bíblico: Mateo 22, 1-14
Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: «El Reino de los
Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus
siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros
siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado,
se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la
boda." Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y
los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y,
enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.
Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran
dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la
boda." Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron,
malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. «Entró el rey a ver a los
comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: "Amigo,
¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a
los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el
llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».
He aquí una extraña parábola. Leída literalmente pero con un poco de atención, hace
que se encienda la luz ámbar de nuestra lógica.
Aparentemente no es una parábola lógica. Aparentemente. Y vaya que sí lo es. Vamos
por partes.
1- Quien celebra la boda de su hijo es nada menos que el rey. Por consiguiente el
hijo es nada menos que el príncipe.
Cuando el rey manda a sus criados que avisen a los invitados que es ya la hora de
presentarse porque todo está dispuesto y el banquete va a dar comienzo, llega lo
inesperado.
2- Los invitados le boicotean. Le dejan en cuadro. No acuden. Y para colmo,
maltratan y hasta dan muerte a quienes vienen a avisarles.
Va contra toda lógica. Nada más apetecible es un banquete de bodas. ¿Quién no se
siente honrado de ser invitado a una boda? Nada más alegre y social que la fiesta de una
boda.
En este caso hay que entender que los invitados son gente de alta alcurnia. No es una
boda cualquiera. Se trata de una boda real. Y los reyes, que sepamos, no se codean con
los de abajo, sino con los de arriba. Pero mira por dónde, lo impensable se hace
realidad. Lo dejan plantado.
¿Qué nos quiere dar a entender Jesús con este pasaje? Que la lógica de Dios no es
nuestra lógica. Nosotros dividimos la sociedad en dos mitades: los de arriba y los de
abajo. Es decir, los ricos y los pobres. Pero Dios no hace distinciones. Para Dios todos
somos iguales. Todos somos sus hijos. Pero nos pide un comportamiento de hijos.
Las consecuencias del boicot hecho al rey no se hacen esperar. El rey monta en cólera y
manda aniquilar a todos los que le han hecho quedar en ridículo.
3- Invita a los pobres que andan por las encrucijadas de los caminos, a los parias de
la sociedad.
Y naturalmente, la sala se llenó. ¡Vaya sorpresa que se llevaron los mendigos, los parias
de la sociedad! ¡Quién les iba a decir a ellos que, al menos por un día, iban a comer
opíparamente, y nada menos que en un banquete de bodas, y nada menos en la boda del
hijo del rey!. ¡Ni en sueños!.
Es en este momento cuando se produce otra aparente ilógica. El anfitrión, nada menos
que el rey, entra a saludar a los nuevos y sorprendidos comensales. Caras alegres,
rostros agradecidos. Pero de pronto, el rey se fija en uno de los comensales.
4- "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?".
Cabe preguntarse: ¿qué traje de boda podía llevar un pobre que, posiblemente, no tenía
más ropa que la que llevaba puesta? ¿Cuándo de su cuello había colgado una corbata?
¿Acaso los demás parias iban vestidos de casimir? Pues no. ¿Entonces? ¿Por qué el rey
le exige llevar vestido de etiqueta? ¿Qué significa el vestido de fiesta?
Esta ilógica Parábola tiene más lógica de lo que parece. Mi punto de vista personal es el
siguiente. Sabiendo el rey que eran pobres de solemnidad no les exige un vestido de
fiesta, literalmente tomado, de sobra sabe que no lo tienen, les pide venir limpios,
aseados, que es cosa muy distinta. Una cosa es ser pobre y otra no ser limpio.
¿Y qué significa venir limpios, aseados? Vertiendo esto a términos cristianos,
podríamos decir que significa la Gracia santificante, estar en Gracia de Dios.
Visto así, tiene mucha lógica esta Parábola. No es la lógica nuestra, desde luego, es la
lógica de Dios. Cuántas veces se oye decir: “Como Dios es bueno lo perdona todo”. “Al
final Dios salvará a todos porque es bueno”. Así que, ¡ancha es Castilla! ¡Qué cinismo!
Que Dios salvará a todos es falso. Dios no salvará a todos, sino a quienes quieren ser
salvos. Es decir, a cuantos sabiéndose pecadores sí, acuden a la misericordia infinita de
Dios. Así, sí. Él quiere salvarnos. Pero no a la fuerza. Quiere nuestra colaboración.
5- Conclusión. Esta Parábola, contraria a nuestra lógica, tiene más lógica de la
esperada:
a- Ante Dios todos somos iguales. No hay diferencia de clases.
b- Dios salva, pero no sin nuestra cooperación.