Voz del Papa
¿Qué significa “Iglesia apostólica”?
José Martínez Colín
1) Para saber
Después de considerar que la Iglesia fuera católica, ahora el
Papa Francisco reflexionó sobre otra de las notas esenciales de la
Iglesia: es apostólica.
Si comprendemos que la Iglesia es católica, que ha de llegar a
todos los hombres, necesariamente alguien ha de llevarles la fe,
convirtiéndose cada miembro en un apóstol. Ha de llevar la Buena
Nueva de la resurrección de Jesús a los demás.
Por eso, si la Iglesia nació católica, quiere decir que nació
misionera, pues ha de llegar a todas partes. Nos recuerda el Papa
Francisco que “si los apóstoles se hubieran quedado ahí en el
cenáculo, sin salir a predicar el Evangelio, la Iglesia sería solamente
la Iglesia de aquel pueblo… Pero todos salieron por el mundo desde
el momento del nacimiento de la Iglesia. Por esto la Iglesia nació
misionera, por ello es apostólica.
2) Para pensar
Decir que la Iglesia es apostólica nos recuerda que la Iglesia,
fundada por Jesucristo, comenzó su desarrollo en los Apóstoles y
está en continuidad con ellos.
Ser de la Iglesia apostólica quiere decir ser consciente de que
nuestra fe está anclada en el anuncio y en el testimonio de los
mismos Apóstoles de Jesús. Está anclada allí, es una larga cadena
que viene de allí. Todos compartimos la misión gozosa de anunciar,
con el corazón lleno de alegría, a Cristo y su amor por toda la
humanidad.
Los Apóstoles, a ejemplo de Jesús, comenzaron a predicar y
formar a sus sucesores. Hay una continuidad que no se ha
interrumpido hasta nuestros días, ni se interrumpirá jamás.
Una sucesión apostólica que no solo es continuidad en el
tiempo, sino también una continuidad en una misma doctrina
inalterable. Es una muestra de la consistencia y validez de la Iglesia
Católica.
Un cardenal brasileño que trabaja bastante en el Amazonas le
contaba al Papa que, cuando él va a un pueblo del Amazonas, va
siempre al cementerio. Y allí ve las tumbas de estos misioneros,
sacerdotes, hermanos, monjas, que han ido a predicar el Evangelio,
apóstoles; y él piensa: todos ellos pueden ser canonizados ahora,
han dejado todo para anunciar a Jesucristo.
3) Para vivir
¿Qué comporta para nuestras comunidades y para cada uno
de nosotros, ser parte de una iglesia que es católica y apostólica? Se
preguntaba el Papa.
Y respondía: en primer lugar, significa llevar en el corazón la
salvación de toda la humanidad, no sentirse indiferente o extraños
con el destino de muchos de nuestros hermanos, sino abiertos y
solidarios para con ellos.
La Iglesia continúa su misión llevando a todos los hombres el
anuncio del Evangelio, acompañándolo con los signos de la ternura
y del poder de Dios. Por ello nunca podemos caer en la tentación de
cerrarnos en nosotros mismos y de considerarnos los únicos
destinatarios de la bendición de Dios. Hemos de ser capaces de
generar vida a otra gente. Y es precisamente el Espíritu Santo que
nos conduce al encuentro con los todos los hermanos, para que
puedan compartir con nosotros el amor, la paz, la alegría que el
Señor Resucitado nos ha dejado como don.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra
( articulosdog@gmail.com )