Voz del Papa
¿Qué es la familia?
José Martínez Colín
1) Para saber
Del 4 al 9 de agosto se llevó a cabo en Panamá el primer
Congreso Latinoamericano de Pastoral familiar. Con ese motivo, el
Papa Francisco envió un mensaje, en donde se preguntaba: “¿Qué
es la familia?” Y respondía: “Más allá de sus acuciantes problemas y
de sus necesidades perentorias, la familia es un centro de amor”.
Más adelante explica la razón: En la familia han de reinar dos
leyes movidas por el amor: la del respeto y la de la comunión.
Respeto de los hijos a los padres y de éstos hacia sus hijos; respeto
entre los cónyuges entre sí y entre los hermanos entre sí; y también
respeto entre todos los que comparten un mismo techo.
A su vez, la ley de la comunión implicará que hay una gran
unidad entre todos, en donde nadie es indiferente a lo que les
sucede a los demás. Es en la familia donde cada miembro es
aceptado como es y nadie es descartado: "tanto el anciano como el
niño hallan acogida". La cultura del encuentro y el diálogo, la
apertura a la solidaridad y a la trascendencia tienen en la familia su
cuna, afirma el Papa.
2) Para pensar
Resulta aleccionadora la anécdota que cuentan del que fue
embajador en San Petersburgo en el siglo XIX, el canciller Otto von
Bismarck. Resulta que hizo un viaje solo. Su esposa, Johanna, temía
que la intensa vida social y diplomática que llevaba su marido
fueran un peligro para su fidelidad, así que le escribió diciéndole:
“Temo que entre tus princesas y embajadoras me olvides a mí, que
soy una provincianita insignificante”. Pero Bismarck le devolvió la
confianza con otra carta en que le decía: “¿Te has olvidado que me
he casado contigo para amarte?”
Al respecto comentaba Gustave Thibon, renombrado filósofo
francés del siglo XX, que en esa respuesta del Canciller está el
secreto de un matrimonio feliz: “Esa frase me parece definitiva. No
se casa simplemente porque te amaba, sino se casa para amarte.
Refleja una profunda capacidad y voluntad de compromiso”.
Lo mismo podemos decir que es la misión de los miembros de
una familia: están para amar. De esa manera se vencen los
egoísmos, envidias y recelos. Si cada uno procura amar a los
demás, se aprende a disculpar, a perdonar y dar gracias.
Aunque piensen distinto, eso no los hace enemigos, sino será
motivo para dialogar y llegar a un acuerdo, donde no se pretende
“ganar”, sino encontrar la mejor solución.
3) Para vivir
El Papa recordó que en la familia se refleja la imagen de Dios
que en su misterio más profundo es una familia. Así, el amor
humano es signo y presencia del amor divino. Por ejemplo, ese
sencillo gesto de pedir la bendición indica la convicción de que la
bendición de Dios se transmite de padres a hijos.
Además -proseguía el Papa- el amor familiar es fecundo
porque engendra nuevas vidas, y porque amplía el horizonte de la
existencia y nos hace creer, contra toda desesperanza, que una
convivencia basada en el respeto y en la confianza es posible… Así
el hombre crece también en su apertura a Dios como Padre.
Al final le pidió a la Virgen de Guadalupe que alcance de Dios
abundantes bendiciones para los hogares y los haga semilleros de
vida, de concordia y de una fe robusta, alimentada por el Evangelio
y las buenas obras.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra
( articulosdog@gmail.com )