Muertos en el cumplimiento de su deber
P. Fernando Pascual
12-7-2014
Una sociedad parece desquiciada cuando algunos exaltan a criminales y cuando muchos olvidan a
tantos hombres y mujeres, servidores de la justicia y encargados de la seguridad pública, que murieron
por defender a inocentes y por castigar a los criminales.
Porque resulta sumamente injusto encontrarse con camisetas, incluso entre personas que se profesan
católicas, con la imagen de un guerrillero sanguinario, y no ver camisetas con el rostro de policías y
magistrados que murieron por salvar la vida de otros.
Algo va mal en el mundo cuando se asiste a la exaltación de quienes dañan a inocentes y cuando se
denigra a jueces, policías o militares que trabajaron por la paz y la justicia.
¿Es posible revertir esta situación? Sí: con la realización y divulgación de estudios serios y honestos
que ayuden a conocer lo que hicieron unos y otros. No puede seguir siendo exaltado un hombre que
mandaba asesinar a sangre fría a sus prisioneros y “enemigos”, mientras que un fiscal muerto en acto
de servicio resulta casi completamente desconocido para la gente.
Sólo a partir de esos estudios será posible denunciar y desmitificar a asesinos “revolucionarios”, y
reconocer y homenajear a tantos héroes del orden público que murieron en el cumplimiento de su
deber: hombres y mujeres que, desde la buena política, los tribunales o los cuarteles, lucharon y dieron
su vida en la búsqueda de un mundo más pacífico y más justo.