¿Miedo a quedar anticuados?
P. Fernando Pascual
28-6-2014
En diversos momentos de la historia surge un miedo íntimo a perder el tren del progreso, a
quedarse anticuados, a sucumbir bajo acontecimientos e ideas que avanzan triunfantes.
Ese miedo es sano si lo nuevo resulta mejor que lo antiguo. Ese miedo es confuso si no hemos
pensado seriamente dónde esté lo mejor y dónde lo peor. Ese miedo es suicida y enfermizo
cuando algo nuevo destruye elementos buenos del pasado y avanza hacia metas irracionales,
incluso negativas.
Un cristiano, ¿puede tener miedo a quedar anticuado? En realidad, si está profundamente
enraizado en Cristo, si cree con fe auténtica en la Victoria del Maestro, si lee y busca vivir el
Evangelio, si acoge lo que dicen el Papa y los obispos cuando exponen la doctrina católica... un
cristiano así no tendrá nunca miedo a quedar anticuado.
Porque vivir según la fe de la Iglesia no es anclarse en ideas caducas que hoy sirven y mañana se
tiran, sino que permite al creyente construir su existencia sobre una Roca viva y presente en el
tiempo y más allá del tiempo: Jesucristo.
Por eso no tenemos miedo a quedar anticuados. El Evangelio conserva una vitalidad y un
empuje que vale para todos los hombres, en todos los tiempos, a través de las diferentes culturas.
Es levadura que rejuvenece, es sal que purifica, es agua que lava, es alimento que da vida eterna.
Sólo queda anticuado quien sigue modas pasajeras, quien abraza novedades sin un sano
discernimiento, quien promueve libertades orientadas al capricho y a la comodidad, quien
renuncia al sano sacrificio, quien avanza por la puerta amplia que lleva a la perdición (cf. Mt
7,13-14).
No tenemos miedo a quedar anticuados, porque la verdad nunca pasa, mientras que cielos y
tierras quedan enjaulados en el flujo del tiempo (cf. Mt 24,35).
Ante nuestros ojos sucumben los engaños del mundo, del demonio y de la carne. La belleza del
Resucitado brilla con la frescura de una mañana eterna y joven. No tenemos miedo, sino
esperanza, porque Él ha vencido al mundo (cf. Jn 16,33).