Una vez más, la última...
P. Fernando Pascual
8-6-2014
Es una de las frases que manifiesta adicción. Un partido, y otro, y otro... El tiempo pasa, el otro
o los otros quieren retirarse. Pero un jugador repite, con ansiedad: “hagamos una partida más, la
última”.
Lo mismo pasa al navegar en Internet, o al responder en un chat, o al dar la opinión en un foro.
Aparece la frase: “esta es mi última intervención...” Luego, otra, y otra, y otra vez el usuario
vuelve a participar.
¿Por qué este tipo de situaciones? No hay una respuesta única para cada caso. En muchos de
ellos, se nota un deseo de conseguir, en un nuevo intento, algo que satisfaga al propio corazón.
Eso que satisface puede ser muy complejo. Será conseguir una información buscada sin fruto
cientos de veces. O vencer al adversario en el juego. O aprender, en el último intento, algo
nuevo.
El problema es que el tiempo no es elástico y hay otras cosas que hacer. La esperanza de que
esta será la última vez nos mantiene enganchados con la ilusión de que luego podremos pasar a
otra cosa. Pero se trata de una ilusión, pues la última vez no es la última...
¿Cómo romper el mecanismo de adicción que nos lleva a invertir nuestro tiempo en algo que
merece ser dejado de lado? No resulta fácil curarse en solitario, y en ocasiones se requiere la
ayuda de un especialista.
Pero existe un modo sencillo de evitar ese fatídico “una vez más” que nos encadena
engañosamente. Se trata de tener una voluntad bien centrada en lo que es importante, que sabe
dar valor a lo que lo tiene, y que sabe dejar una cosa para emprender otra.
Sólo entonces evitaremos el engaño del “esta será la última vez” para cumplir los propios
deberes. Así dedicaremos lo mejor de nuestras energías y nuestro tiempo a metas importantes y
buenas; sobre todo a aquellas por las que la vida tiene sentido: amar a Dios y amar a los
hermanos.