Urgencias de evangelización
P. Fernando Pascual
17-5-2014
Muchos bautizados viven confundidos y llenos de dudas. Muchos bautizados no conocen realmente su
fe. Muchos bautizados no acuden a misa cada domingo, ni se confiesan cuando han perdido la gracia.
Muchos bautizados no saben qué diferencia hay entre pecado mortal y pecado venial, ni distinguen
claramente entre el bien y el mal en temas de importancia
Hablar de nueva evangelización sin tener presente lo anterior es como hablar del tiempo sin mirar las
señales del cielo y sin tener en cuenta los partes meteorológicos (cuando son buenos, claro). Porque es
muy fácil idear proyectos evangelizadores llenos de ideas nuevas, pero no es tan fácil “aterrizar” y
tocar los problemas concretos de millones de bautizados.
El mundo vive una urgencia de evangelización. Después de 2000 años, el Evangelio de Cristo está
lejos de muchos corazones. En otros, hubo un tiempo en el que brilló el mensaje del Maestro para
luego eclipsarse bajo el espejismo de ideas falsas o de avaricias destructoras, como vemos explicado en
la parábola del sembrador (cf. Mc 4,5-20).
Por eso, vale la pena volver la mirada hacia Jesucristo y preguntarle: ¿qué quieres que hagamos?
¿Cómo llevar tu Amor a tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo? ¿Qué puedo hacer ahora, entre
familiares y amigos, conocidos y contactos?
Si me abro a la belleza de la fe, si sintonizo con el anhelo del Maestro de incendiar el mundo, me
convertiré en un vivo y entusiasta evangelizador, en un enviado que grita, sobre todo con la vida, la
gran noticia: Cristo ha muerto y ha resucitado para nuestra salvación, está vivo en medio de la Iglesia
católica, y quiere ser amado por todos los hombres y mujeres por quienes ofreció su Sangre en el
Calvario.