¿Por qué ahora?
Hace unos días el Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU hizo una dura
crítica contra la Santa Sede por no reconocer, según ellos, la magnitud de los
abusos a menores por parte de eclesiásticos. Aun admitiendo que un solo caso de
abuso a un menor sería intolerable, Lombardi, portavoz del Estado Vaticano,
destacó que el Vaticano ha puesto en marcha medidas de transparencia, prevención
y lucha contra esta lacra como no ha hecho ninguna otra institución. Se lanza
además una sombra de sospecha contra toda la Iglesia, cuando estos lamentables
casos de abusos son muy inferiores a los que se registran en otros ámbitos, a pesar
de que se les dé mucha menor publicidad. Pero además el Comité de la ONU
aprovecha para arremeter contra la doctrina moral de la Iglesia, y llega a
demandarle que acepte el aborto. El documento, en definitiva, está lleno de
afirmaciones delirantes con la única finalidad aparente de desprestigiar a la Iglesia,
por lo que sería de justicia que las Naciones Unidas se desmarcaran claramente de
él. No creo sea necesario recordar que el documento se da a conocer en unos
momentos en los que el papado ostenta el reconocimiento de los grandes medios
de comunicación, podríamos decir que está en la cúspide de la opinión mundial.
Parece que es un caso de intereses creados.
Jesús Domingo Martinez