Más que preservativos
Para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos juveniles, la
American Academy of Pediatrics (AAP) ha recomendado recientemente a los
pediatras que distribuyan preservativos en sus consultas. Pero, contrariamente, el
American College of Pediatricians (ACP) recuerda que esta estrategia está siendo
ineficaz y propone otra más amplia basada en el apoyo de la familia a los
adolescentes.
El ACP es una organización de pediatras y otros profesionales de la salud, fundada
en 2002, que ha polemizado con la AAP a raíz de las tomas de postura de esta
sobre sexualidad y adolescentes. Ante la propuesta de más condones, frecuente en
los programas de educación sexual, el ACP cree que los jóvenes necesitan escuchar
otros mensajes que les ayuden a evitar experiencias sexuales prematuras.
Esta recomendación tiene sentido, sobre todo a la luz de los últimos datos sobre
EE.UU. que acaba de publicar el National Center for Health Statistics (NCHS). La
tasa de natalidad en chicas de 15 a 19 años fue en 2012 de 29,4 nacimientos por
1.000 chicas de esas edades, un descenso de casi la mitad respecto a 1991.
También ha descendido la tasa de abortos juveniles: de 40,3 por 1.000 en 1990 a
16,6 por 1.000 en 2009.
Sally Curtin, una de las autoras del informe del NCHS, explica al Washington Post
que el descenso se debe a que ha aumentado notablemente el porcentaje de chicas
que deciden no tener relaciones sexuales.
Por eso no se entiende por qué los programas de educación sexual que promueven
la abstinencia siguen siendo minoritarios. Con unos datos muy parecidos a los del
NCHS, la agencia estadounidense Centres for Disease Control and Prevention
recomienda en primer lugar “la promoción continuada del retraso en el inicio de las
relaciones sexuales”, si bien no descarta los métodos anticonceptivos.
No se debe olvidar que la mitad de los 19 millones de nuevos casos de
enfermedades de transmisión sexual que se producen anualmente en EE.UU.
corresponde a menores de 25 años
Jesús Domingo Martínez