Fundamentalismo abortista
P. Fernando Pascual
18-1-2014
En el lenguaje común, fundamentalista es alguien radical y peligroso. En muchos lugares se asocia el
término a grupos religiosos. Pero también hay otros fundamentalismos, por ejemplo el
fundamentalismo abortista.
Alguno pensará que con “fundamentalismo abortista” se designa a aquellas personas que, dentro del
movimiento abortista, adoptan actitudes peligrosas, intolerantes, incluso violentas. De este modo, se
distinguirían de otros abortistas “moderados”, es decir, de aquellos defensores del aborto que saben
dialogar, que respetan otros puntos de vista, que evitan actitudes intransigentes.
Si vamos más a fondo, cualquier persona que defiende el aborto sería “fundamentalista” en el sentido
popular del término. ¿Por qué? Porque defiende una idea que implica amenaza, peligro y violencia.
Sí: en cada aborto se produce la violencia de algunos seres humanos, con mayor o menor competencia
técnica, sobre otros seres humanos, los hijos antes de nacer. Por lo mismo, en todo defensor del aborto
hay una actitud de intolerancia y de violencia, precisamente porque acepta la eliminación de embriones
humanos, cuando en realidad lo que necesitan esos hijos es lo opuesto: ayuda, protección y justicia.
Lo paradójico del caso es que en ciertos ámbitos culturales se acusa a los provida de fundamentalismo,
cuando en realidad el fundamentalismo más peligroso está precisamente entre los partidarios del
aborto.
Reconocer lo anterior no significa olvidar que habría algunos abortistas menos peligrosos, aquellos que
consideran unos abortos como “peores” y otros como “mejores”. Por ejemplo, no faltan entre los
partidarios del aborto quienes consideran que el aborto selectivo de embriones y fetos femeninos sea
algo discriminatorio e injusto. Pero si una persona piensa lo anterior, ¿no resulta extraño que no diga
nada cuando se aborta a un embrión humano con la excusa de que no ha llegado a tener el número de
semanas de vida que garantizaría cierta protección legal?
Abrir los ojos a las injusticias del aborto, reconocer que en todo abortista se esconde, en niveles de
mayor o menor gravedad, un “fundamentalista” enemigo de inocentes, permitirá evitar las
manipulaciones de quienes desprecian la vida de los hijos antes de nacer, y promover culturas más
abiertas, acogedoras y justas. Porque sólo hay justicia cuando se protege a los más débiles. Y uno de
los seres más débiles e indefensos de nuestra sociedad es, precisamente, el embrión humano.
This Document has been created with a trial version of deskUNPDF. To
purchase a copy of deskUNPDF and remove the trial restrictions, please visit
www.docudesk.com or email sales@docudesk.com for assistance.