Aprender de la Sagrada Familia
Tres palabras claves
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
El domingo después de la Navidad la Iglesia celebró la fiesta
de la Sagrada Familia. El Papa Francisco, en su oración mariana del
Ángelus, se￱al￳ que “Dios ha querido nacer en una familia humana,
ha querido tener una madre y un padre. Como nosotros”. Así toda
familia tiene un ejemplo maravilloso a imitar.
2) Para pensar
El Papa señaló que hay tres palabras clave para que una
familia viva en paz y alegría. Ellas son: ‘permiso’, ‘gracias’, ‘perd￳n’.
La primera es importante porque no hay que ser
“entrometidos” dice el Papa. Hay que aprender a ser respetuosos
con cada uno de sus miembros. Por ello se pide “permiso”. Sobre
todo los hijos han de tener mucho respeto tanto para sus padres,
pero también con sus hermanos. Hay que saber ver en la otra
persona a alguien con dignidad, sea mayor o menor. A veces, es
común que los mayores se aprovechen de los menores o los
menosprecien olvidando que frente a Dios todos somos sus hijos.
Para ello hay que ser humildes, pues es poner a consideración de
otra persona mi actuar, procurando no molestarla.
La segunda palabra clave es “gracias”. ¡Cuántas veces una
madre se afana en preparar la comida, llevar a sus hijos al colegio,
asear la casa y no recibe ni un “gracias”; y no solo de los hijos sino
también del marido. No es que las cosas se realicen para obtener las
gracias, sino que es una muestra también de humildad, de no
sentirse con “derecho” a todo. Si se aprende a dar gracias a los
demás, también se le darán gracias a Dios.
Y la tercera palabra clave es “perd￳n”. No es raro que nos
equivoquemos. Pero al darnos cuenta de que hemos hecho algo
malo y pedimos perdón, dice el Papa, ¡en esa familia hay paz y hay
alegría!”.
Dice una leyenda que dos hermanos viajaban por el desierto y
en un punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro, ofendido, escribió en la arena: "Hoy, mi hermano me
golpeó". Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron
bañarse. El que había sido golpeado comenzó a ahogarse, pero su
hermano lo salvó. Al recuperarse hizo una inscripción en una piedra:
"Hoy mi hermano me salvó la vida". Intrigado, le preguntó: "¿Por
qué primero escribiste en la arena y ahora en una piedra?".
Sonriendo, le respondió: "Cuando alguien nos ofende, debemos
escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se
encargarán de borrarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo
en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá
borrarlo".
3) Para vivir
El Santo Padre apuntó que podemos imaginarnos cómo
actuaría la Sagrada Familia para imitarla: “Es un ejemplo que hace
tanto bien a nuestras familias, las ayuda a convertirse cada vez más
en comunidad de amor y de reconciliación, en la que se
experimenta la ternura, la ayuda recíproca, el perd￳n recíproco”.
Concluyó el Papa invitando a pedirle a María Santísima, la
Madre de Jesús y Madre nuestra, y a San José, que iluminen,
consuelen, y guíen a toda familia del mundo.
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