Un seminarista en los altares
Adolescente firme hasta la muerte
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Es común escuchar lamentos sobre la rebeldía o desobediencia
de quienes atraviesan la etapa de la adolescencia. Sin embargo
también a esa edad hay quien es capaz de luchar por grandes
ideales y de tener la fortaleza incluso hasta dar la propia vida.
Eso sucedió con un adolescente italiano que fue beatificado en
octubre pasado. Se trata de Rolando Rivi, un seminarista de 14 años
asesinado por odio a la fe en 1945 en Italia. A continuación un
breve relato de su historia.
2) Para pensar
Rolando nació en 1931, en San Valentino (Italia), hijo de dos
granjeros profundamente religiosos, Roberto y Albertina. A los 11
años, Rolando decidió ingresar al seminario donde tomó la sotana.
Recuerdan sus compañeros que los animaba asegurándoles
que “un día, con la ayuda de Dios, seremos sacerdotes. Yo seré
misionero. Quiero llevar a Jesús a quienes no le conocen… Nuestro
deber como sacerdotes es rezar mucho y salvar almas para llevarlas
al paraíso”.
Al invadir los alemanes Italia en 1944, cerraron el seminario. A
pesar de esto, el joven no dejó de vestir la sotana durante su apoyo
a Acción Católica y catequesis.
Sus padres le rogaban que se quitara la sotana, pues grupos
comunistas, expresaban su odio a la Iglesia asesinando a
sacerdotes. “¿Qué mal hago llevándola?”, les respondía Rolando.
“No tengo ninguna razón para dejar de usarla. Estudio para
ser sacerdote y debo vestir en señal de que pertenezco a Jesús”,
aseguraba, a pesar de haber recibido ya insultos de partisanos
comunistas en su pueblo.
Rolando aseguraba: “no tengo miedo… No puedo esconderme.
Pertenezco a Dios”. A pesar del peligro, el joven continuó ayudando
en la parroquia de su pueblo.
El 10 de abril de 1945 tocó el órgano durante la Misa y al
culminar la Eucaristía, vestido con su sotana, recogió sus cosas y
cruzó el bosque que lo separaba de su hogar, al cual nunca logró
llegar.
Tras una búsqueda desesperada de tres días, encontraron su
cadáver lleno de signos de tortura y martirio. Rolando había sufrido
durante tres días torturas y humillaciones, con insultos a Dios, Cristo
y a la Iglesia. Los comunistas comenzaron su tormento contra el
joven seminarista quitándole la sotana y golpeándole duramente
con un cinturón. Sus captores le dejaron rezar, pidiendo por sus
padres y por sus asesinos. Después, le dispararon dos veces. Los
asesinos se quedaron con la sotana de Rolando, anudándola para
utilizarla como pelota de fútbol.
Rolando fue enterrado después formalmente, recibiendo el
homenaje de todos los fieles de su pueblo. Su tumba se convirtió en
lugar de peregrinación y se atribuyen diversas curaciones a su
intercesión. Rolando fue beatificado el 5 de octubre de 2013.
3) Para vivir
A veces no es fácil dar testimonio de nuestra fe. Sin embargo,
no olvidemos que para vivir de fe la ayuda viene de Dios. Por eso
San Josemaría nos invita a considerar: “Todo es posible para el que
cree. –Son palabras de Cristo. –¿Qué haces, que no le dices con los
apóstoles: ¡Auméntame la fe!?” (cfr. Camino 588).
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