Humanizar las redes sociales
Benedicto XVI, Papa emérito, comparaba las mutaciones culturales y sociales que
provocan hoy las transformaciones en el campo de las comunicaciones sociales, con
las que trajo consigo la revolución industrial. Entre su impresionante legado, el
ahora Papa emérito dejó un amplio magisterio acerca de este fenómeno, que está
alterando profundamente el modo que tienen las personas de relacionarse entre sí
y con el mundo. Su última aportación ha sido el Mensaje para la Jornada Mundial de
las Comunicaciones Sociales.
Por quinto año consecutivo Joseph Ratzinger abordaba las oportunidades y riesgos
de esta revolución digital. Insistía, por ejemplo, en que las redes son un lugar para
el encuentro entre personas, no una especie de mundo paralelo irreal. Se
comprueba que problemas como la difamación en las redes o las crecientes
adicciones a Internet tienen su origen en que muchas personas han interiorizado
que el continente digital es una especie de válvula de escape que permite dar
rienda suelta a sus peores instintos. Frente a esa tendencia Benedicto XVI animaba
a un tipo de presencia personal más auténtica. A los cristianos nos pide dar
testimonio de fe, a veces de forma explícita, y otras simplemente mostrando una
actitud más coherente. Y para ello, en primer lugar, es imprescindible tomar
conciencia de que el de enfrente no es un sujeto anónimo, sino una persona en
toda su integridad, y por tanto, en búsqueda de la verdad y sedienta de infinito.
Jesús Domingo Martínez