El Adviento es tiempo de esperanza
El Adviento es tiempo de esperanza, pero los cristianos no esperamos la Navidad
como quien espera ansioso la llegada del fin de semana o de unas vacaciones de
trabajo. La mundanidad, en expresión ignaciana que tanto le gusta al Papa
Francisco, siempre amenaza. Como les dijo el sábado 30 el Santo Padre a los
universitarios de Roma con los que celebró el rezo de Vísperas, en el camino que
hemos empezado debemos mantenernos coherentes con el Evangelio, para poder
celebrar con verdad la fiesta de Navidad que ya está a la vuelta de la esquina.
Siempre hay necesidad de volver a empezar, de volver a levantarse, de reencontrar
el sentido de la propia existencia, de renovar el horizonte hacia el que caminamos.
¡Y qué mejor que hacerlo ahora en este tiempo sembrado de esperanza! Ningún
peregrinaje de este tipo es sencillo, habrá que ir en ocasiones contra corriente, pero
debemos perseverar en él, porque merece la pena y porque el mundo sigue
necesitando de personas que muestren, con transparencia, el bien, la verdad y la
belleza de Dios, que se hace niño en Belén.
Jesús Domingo Martínez