COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO
SIETE PLEGARIAS DE UN PECADOR
I.- NOS LLAMA
Venimos de su mano y vamos a su mano .
Él nos dio vida y Él es nuestra vida.
Él nos creó y con Él nos recreamos.
Dios, por lo tanto, está ahí.
¡Esperándonos!
II.- NOS ESCUCHA
A Dios no se le ve, pero se oye su voz.
Hay que saber oír para escucharle.
Hay que saber mirar para verle.
Él nos orienta hacia sí.
¡Libremente!
III.- NOS ENSEÑA
Nos enseña a caminar y a ser camino
Debemos pasar por la muerte.
Pero la luz de Dios no pasa.
Camina con nosotros.
¡Socorriéndonos!
IV.- NOS CURA
Pensemos en Jesús, sus manos todo lo curan.
Son las mismas manos de Dios.
Jamás nos lastiman, jamás.
Nunca nos hieren, nunca.
¡Acarician!
VI.- NOS PROTEGE
No sé de quién fiarme y a quién confiarme.
Porque las manos del hombre me fallan.
Sin embargo, las de Dios alumbran.
Y todas las puertas se abren.
¡Amorosamente!
VII.- NOS LLENA
Estamos en espera y también en camino.
La fuerza del verso es la del alma.
Y la fuerza del alma es la vida.
La que nos aguarda.
¡Eternamente!
Víctor Corcoba herrero
corcoba@telefonica.net
23 de noviembre de 2013