No ‘pecadores’, sino ‘hipócritas’
El Papa está hablando estos días de corrupción, del pecado de corrupción. Dijo el
lunes 11 del 11: “Quien no se arrepiente y ‘finge ser cristiano’ hace mucho da￱o a
la Iglesia”. El Santo Padre record￳ que todos debemos reconocernos “pecadores”,
pero debemos guardarnos de convertirnos en “corruptos”. Quién es un benefactor
de la Iglesia, pero le roba al Estado, ha a￱adido, es “un injusto” que lleva una
“doble vida”.
Francisco explic￳ que “debemos reconocernos pecadores, sí, todos ¡eh! Todos lo
somos. Corruptos no. El corrupto está fijo en un estado de suficiencia, no sabe lo
que es la humildad. Jesús, a estos corruptos, les decía: ‘La belleza de ser sepulcros
blanqueados’, que parecen bellos por fuera, pero por dentro están llenos de huesos
muertos y de putrefacción. Y un cristiano que alardea de ser cristiano, pero no hace
vida de cristiano, es uno de estos corruptos […] Todos conocemos a alguien que
está en esta situación y ¡cuánto mal hacen a la Iglesia! Cristianos corruptos,
sacerdotes corruptos… ¡Cuánto mal hacen a la Iglesia! Porque no viven en el
espíritu del Evangelio, sino en el espíritu de la mundanidad”.
“Una putrefacci￳n barnizada: esta es la vida del corrupto. Y Jesús, sencillamente,
no llamaba ‘pecadores’ a estos, sino ‘hip￳critas’, acab￳ diciendo Francisco. Me
parece interesante recordarlo y que con frecuencia lo tengamos en cuenta, todos,
no sólo los cristianos.
Jesús Domingo Martínez