La Misericordina del Papa Francisco
El papa Francisco terminó el ángelus del domingo 17 de noviembre en Roma
aconsejando a los fieles que se encontraban en la plaza de San Pedro que tomen un
“medicamento” “bueno para el corazón”, la ‘Misericordina’, que era en realidad un
Rosario en una caja. Ahora me gustaría recomendarles un medicamento dijo. ¿Qué?
Se estarán preguntado ¿el papa hace ahora de farmacéutico?”, hablaba Francisco
agitando una caja similar a las que se encuentran en las farmacias, pero en la que
se podía leer “Misericordina, 50 gramos para el corazón”.
Con la caja en la mano, Francisco concluyó su ángelus diciendo a los fieles que “no
olviden tomar su medicina porque es buena para el corazón, el alma y la vida”.
Unas 20.000 de estas cajas, que contienen un rosario y un prospecto en italiano,
polaco, español e inglés, fueron distribuidas en la plaza de San Pedro.
Según palabras del propio papa Francisco, “Preventivamente, se puede utilizar una
vez al día, pero en caso de urgencia, se puede tomar tantas veces como necesite el
alma”. Supongo que estarán conmigo en que este papa sabe llamar la atención con
las nuevas estrategias comunicativas sobre las necesidades que la humanidad tiene
hoy en día: MISERICORDIA. Lo recuerdo bien, estaba delante del televisor cuando,
junto a los miles de fieles y peregrinos que estaban en la Plaza, me sorprendió con
su medicamento el Papa.
Jesús Domingo Martínez