¿Reforma de la Curia?
En la Iglesia hasta hoy solo ha habido cuatro constituciones sobre la Curia.
Una gran expectativa ha creado el anuncio del papa Francisco, quien dijo
que no le gusta una Curia ‘vaticano-céntrica’, sino que esté al servicio de las
iglesias particulares o diócesis distribuidas por todo el mundo. A tal fin creó
una comisión de ocho cardenales –que se le llama popularmente la comisión
G8 y también ‘Consejo del Reino’– residentes en los cinco continentes, con
el objetivo de aconsejarle en los asuntos que considere el papa Francisco
pertinentes, de que estudiaran la reforma de la Curia de Roma o gobierno
de la Iglesia universal y finalmente de que le informaran al Papa del sentir
de la Iglesia en cada uno de los continentes, actuando así como un órgano
colegial que se dirige al Papa directamente sin el trámite de la Curia.
Después del verano la Comisión G8 fue convertida en un órgano consultor
‘permanente’ del Papa, y es el primer organismo que está fuera y por
encima de la Curia romana, cuyos miembros viven en los cinco continentes.
El papa Francisco, que busca la eficacia en hechos por encima de las
palabras, ha trazado ya las claves de la reforma de la Curia. No ignora el
Papa argentino que toda burocracia tiende a retroalimentarse, a
endogamizarse y a perpetuarse, y a la larga el organismo que debería ser
de servicio pasa a ser un centro de poder centralizado. Es eso lo que el
Papa quiere reformar.
Jesús Domingo Martínez