Rosario por la Vida.-2º Misterio de Gozo.
Salimos a la Plaza Pública a testimoniar nuestra fe, nuestra adhesión
al Credo de los Apóstoles.
En los Carteles de aviso para este Rosario, aparece la imagen del
Segundo misterio de gozo: La Visitación de María a su prima Santa
Isabel.
Frente a frente, María e Isabel, dos mujeres embarazadas, ambas en
difícil situación.
María, todavía una adolescente, ha concebido por obra del Espíritu
Santo, sin que lo sepa José, al que no cree oportuno revelarle el
misterio de su concepción divina.
Isabel, que queda embarazada en su ancianidad, con escasas fuerzas
físicas.
Ambas están llenas de fe y aman la vida "como un regalo de Dios que se
recibe gratuitamente para ser donado gratuitamente". Aman la vida
porque son mujeres de esperanza.
Nuestra sociedad contemporánea desprecia la vida porque ha perdido la
esperanza que da el saber que la vida viene del amor de Dios. Síntomas
de esta cultura de la muerte son el aborto, el suicidio y la
eutanasia, el rechazo al anciano, al desvalido, al enfermo.
Si no reaccionamos ante la vida de los más débiles e indefensos, ¿ante
qué vamos a reaccionar? Los cristianos queremos ser altavoces de los
que no tiene voz. Porque somos gente de esperanza y amamos la vida,
creemos en la igual dignidad de todo ser humano. Sabemos y confesamos
que la vida humana es sagrada desde al concepción hasta su muerte
natural. Porque valoramos la vida en cualquier circunstancia, estamos
dispuestos a amarla, a protegerla, a cuidarla en todas sus etapas.
Sabemos que la vida es un regalo de Dios, que toda vida es hermosa y
merece la pena. Sabemos que en la vida y no en la muerte, está el
progreso; que es de justicia ayudar al débil e indefenso.
Decía la Madre Teresa de Calcuta que los más pobres de los pobres son
hoy los no nacidos.
La Ciencia y el sentido común nos dicen que la vida humana comienza en
la fecundación, y la Iglesia ilumina la conciencia de hombre. La
verdad puede doler, pero es liberadora y se impone antes o después.
Soy madre y supe, desde el principio, en cada uno de mis embarazos,
que era un niño lo que se gestaba en mis entrañas y que mi obligación-
obligación amorosa- era proteger a mi hijo. El vientre de la madre es
la primera casa del niño.
Santa María de la Visitación, Nuestra Señora de la Esperanza, queremos
ser cristianos auténticos como Tú, estar vigilantes y ponernos en
camino para servir a la causa de la cultura de la vida, llevando
esperanza a un mundo desesperanzado.
Santa María, Madre de la Vida y del amor Hermoso, ruega por España y
por el mundo, ruega por nosotros. Apóstol Santiago, intercede ante el
Señor para que nos mantengamos firmes en nuestra fidelidad a nuestra
Santa Madre Iglesia. Intercede por todas las familias de España y del
mundo, especialmente de las de este pueblo y la de los aquí presentes,
y por la Paz y prosperidad de todos los españoles. Amén. -
Josefa Romo Garlito