En un encuentro en Roma con miles de familias
El Papa, en un encuentro en Roma con miles de familias llegadas desde todos los
rincones del mundo como peregrinos del Año de la fe a la tumba de San Pedro, nos
ha pedido de nuevo que en esa misión escuchemos a los mayores, con su sabiduría.
Un pueblo que no escucha a los abuelos es un pueblo que muere. Y en esa línea
nos ha dado tres ideas sencillas para caminar juntos en esa decisiva misión
familiar: pedir permiso, dar las gracias, pedir perdón. La sencillez y la profundidad
de estas tres palabras nos sirven para afrontar los momentos gozosos y los difíciles.
Ahí se encierra el testimonio cristiano de una familia que reza, que conserva la fe y
que vive la alegría, porque la familia que vive de esta manera, comunica
espontáneamente la fe, es sal de la tierra, luz del mundo y levadura para una
sociedad como la nuestra tan necesitada de un verdadero mensaje de esperanza.
Jesús Domingo Martinez