“¡No tengamos miedo a vivir como cristianos¡”
El Papa Francisco explicó que la paz “no es un saludo, ni menos un simple deseo:
es un don, es más, el don precioso que Cristo ofrece a sus discípulos, después de
haber pasado a través de la muerte y de los infiernos”. Esta paz, dijo, “es fruto de
la victoria del amor de Dios sobre el mal, es el fruto del perdón. Y es propiamente
así: la verdadera paz, aquella profunda, viene de hacer la experiencia de la
misericordia de Dios”.
Y esto vale para cada uno de nosotros. Y añadió que junto con la paz, Jesús donó a
sus discípulos el Espíritu Santo, “para que pudieran difundir en el mundo el perdón
de los pecados. Ese perdón que solo Dios puede dar y que su precio es la sangre
del Hijo”, para hacer crecer el Reino del amor, sembrar la paz en los corazones,
para que se afirme también en las relaciones, en la sociedad, en las instituciones.
Todo un programa de vida y de buena ciudadanía.
Jesús Domingo Martínez