Revisar leyendas negras
La Iglesia Católica, durante el último cuarto del siglo XX en Sudamérica, sufrió a
menudo incomprensiones por quedar en tierra de nadie, y su silenciosa labor de
asistencia a las víctimas de diversos regímenes fue tergiversada como complicidad
con dictaduras. Todo eso lo sabe bien el Papa Francisco, a quien cierta leyenda
negra intentó presentar como cómplice de los militares argentinos. Pronto verán la
luz dos libros que aportan pruebas de que Jorge Bergoglio, entonces provincial de
los jesuitas, se jugó la vida por salvar a opositores. Por desgracia calumnias como
ésas han sido muy frecuentes. Va siendo hora también de que algunos empiecen
revisar esas otras leyendas negras, ya sean contra Pío XII o contra los obispos
españoles en los años 30.
Jesús Domingo Martínez