Respuesta a un discrepante respetuoso
La Iglesia llora
Como digo a muchos que me escriben, no es molestia que usted me
refute, sino que por el contrario también me
da pie para construir mis trabajos.
Por
tanto no se preocupe con la contradicción, porque viniendo como la suya con
respeto y educación no es nada que me contraríe. Además yo
no tengo la respuesta
para todo
¿Quién la tiene? Así pues gracias por su mensaje.
No sé que tiene lo que escribo que levanta ronchas por todo lugar, cuando
estoy convencido
de que lo que escribo es para todos.
No creo que con hacer
patente algo que todos o casi todos percibimos, sea motivo para tacharme de
tipo
esclerotizado o liberal.
Ni lo uno ni lo otro.
Queremos seguir a Jesús, porque nos parece que Él es el verdadero
camino como dijo:
Yo soy EL camino, LA verdad, y LA vida.
A lo largo de mis años
lo he comprobado experimentalmente, y lo aconsejo a TODOS los que en dudas y
discusiones
andan confusos o con mala conciencia.
Por mucho que queramos, no vamos a convencer al actual Papa de las
cosas que dicen de él los seguidores de Lefrevbre, entre los que se
emiten los
calificativos más denigrantes
contra un Papa. Porque si lo dijeran de mí, al ser un
pigmeo en estas lides, es más o menos soportable. Uno más. Pero que los mismos
que se alzan con el nombre de católicos y se consideran los únicos fieles, el caso es
ya más peliagudo.
No entiendo mucho de liturgias y he contemplado muchas. No quiero
entrar en ese callejón, que aun
a los más avispados ha inquietado y exaspera a
veces.
Yo prefiero andar prudentemente con todos, sin que estas discrepancias me
afecten, y para todos tengo
comprensión de sus razones.
Parecerá que soy
ecléctico, y que trato de conciliar lo que es y lo que no es. Pues ¡que le voy a hacer!
Solamente procuro
examinarlo todo y retener lo bueno.
Porque el reino de
Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.
Herejes
por causa de cómo ha de hacerse el ritual de la misa, u otras cosas concomitantes
o similares en otras confesiones y en otros lugares no es de recibo. Sobre todo
ignorar un magisterio de siglos ejercido y reconocido.
AMDG.