También son mártires
Con motivo de la beatificación de 500 mártires que tendrá lugar en Tarragona el
próximo otoño, se está hablando de mártires con cierta frecuencia. Hace unos días
lo hacía el mismo Papa. Decía: Son mártires, según el Papa Francisco, “aquellos
que, paradójicamente, pierden su vida y, sin embargo, con ese acto de amor
supremo la ganan para siempre”. En este contexto, teniendo muy presente la
reflexión de lo que significa perder la vida por Cristo, el Papa enlazaba con el
martirio cotidiano, aquel que no incluye perder literalmente la vida, pero que tiene
también las características de la lógica del don, de la entrega y del sacrificio.
Recordaba y consideraba como mártires a los padres y madres que ofrecen su vida
a diario por el bien de la familia; a los sacerdotes, religiosos y religiosas que se
entregan con generosidad en el servicio del reino de Dios; a los jóvenes que
renuncian a sus propios intereses para dedicarse a los niños, ancianos y
discapacitados. Todos ellos entregan, en una u otra media y de formas muy
diversas, su vida por Cristo, con la valentía de quienes, aun a contracorriente, son
capaces de confesar y defender, con serenidad y alegría, la verdad del Evangelio.
Jesús Domingo Martínez