JESÚS Y SUPERMAN
No se precisa ser especialista en cine para captar el trasfondo anticristiano que se
ve y desprende de la súper producción, espectacular y millonaria de “El hombre de
acero”.
El filme que abarrotará los cines del globo este verano. Será visto por la gran masa
de niños, adolescentes y no tan jóvenes, en todo el mundo. En este filme se
difunde la imagen del planeta Tierra, amenazado por poderosas fuerzas enemigas y
extraterrestres. Nadie piense en algo real o religioso. El Salvador del mundo no es
Jesús. Es Superman. Su fuerza, sus ojos, sus puños, su guapura, sus
desplazamientos de misil, encandilará al acrítico público juvenil y no juvenil. He
aquí el contraste o trasfondo, entre las dos figuras: La histórica y real frente a la
ficticia. La Biblia frente al comic. La Verdad frente a la ficción. La salvación de
Jesús-en todo igual al hombre, menos en el pecado- pobre, humillado, derrotado y
muerto en la cruz por amor a la humanidad entera; frente a la del poder
abrumador, las armas sofisticadas, el dinero a ex puertas, el asombro que irradia el
Super hombre, el Super héroe... Este es el mensaje críptico y de fondo. Jesús salva
con su Palabra y su vida sencilla. Superman salva con el poder maravilloso que
irradia de sus ojos y de su cuerpo metalizado.¿Cuál de los dos prevalecerá en la
mente y en el corazón del público?. Hagan la apuesta amigos. Seguro que
acertarán. Para pensar.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.