Hombre Nuevo
______________________
José Manuel, L.C.
Apostar por la misericordia
Al abrir la caja fuerte, Gaby encontró lo que nunca se esperaba. En una familia
golpeada por las penas, el desempleo y finalmente por el divorcio, sucedió lo
que a continuación les cuento.
Los muchachos quedaron al amparo de la madre que ya no soportaba al
marido alcohólico e irresponsable. El tiempo fue ablandando los malos
recuerdos en los hijos hasta el día en que llegó la noticia de que su padre había
muerto. La señora tuvo que atestiguar ante las autoridades y presentarse en la
casa del difunto para reclamar las pertenencias. Todo estaba descuidado y
sucio. Se percibía un ambiente de soledad y tristeza. La esposa dijo que no le
interesaba nada, excepto una caja fuerte escondida en la habitación principal.
Se las arreglaron para abrirla pensando hallar alhajas, títulos o dinero. Pero lo
único que había eran unas cartas que la menor de las hijas llamada Gaby solía
escribir a su padre a escondidas. ¡Este era el único tesoro! La chica no pudo
contener el llanto al observar que el papel estaba amarillento de tanto ser
manoseado y repasado. Nunca se imaginó que sus cartas fueran durante todo
ese tiempo su único consuelo y su gran tesoro. Aunque el padre haya cometido
grandes errores, hay que apostarle a la misericordia.