Explicar la Semana Santa a niños y adolescentes
Por Luis Javier Moxó Soto, para autorescatolicos.org
Se hace necesario hoy en día explicar el sentido de las fiestas que vivimos más o menos
inconscientemente, debido a que las vemos y disfrutamos más como vacaciones que por aquel
motivo que ha sido su origen y las da verdadero sentido.
Explicar los días fundamentales, a niños y adolescentes, de este momento litúrgico: Domingo
de Ramos de la Pasión del Señor, Jueves Santo en la cena del Señor, Viernes Santo de la
Pasión del Señor y Domingo de Resurrección , así como su simbología y la centralidad del
Jueves Santo (en relación con la Pascua Judía y la luna llena, por ejemplo, centrando la
distribución de los días movibles del año litúrgico) quizá no sea suficiente, aunque no sea del
todo escaso.
La Semana Santa es uno de esos períodos en los que, si nos descuidamos y no hacemos nada por
evitarlo, quizá se acaben convirtiendo para muchos en una especie de “vacaciones de
primavera”, como Navidad pudiera decaer en unas meras “vacaciones de invierno”.
Pienso que es previo y preciso, ante todo, hacer un ejercicio de consciencia respecto de cómo
estamos pasando, o tenemos previsto pasar, estos días tan importantes para todos los fieles
cristianos. Dónde vamos, qué hacemos, cómo vivimos, qué oficios tenemos ocasión de
compartir con otros, c￳mo nos sentimos, qué pensamos,… porque esta última semana de
Nuestro Señor en la tierra puede hacernos caer en la cuenta, cada vez más profundamente,
acerca de cuál es nuestra misión aquí y la esperanza a la que estamos llamados.
Presentar bien el verdadero significado del fin de este tiempo requiere centrarlo en el Triduo
Pascual ( “sacratísimo triduo del Crucificado, del Sepultado y del Resucitado” ), que va desde la
Misa vespertina del Jueves Santo en la cena del Señor hasta las Vísperas del Domingo de
Resurrección, celebrando la Iglesia los grandes misterios de la redención humana, en íntima
Comunión con Cristo su Esposo.
El Domingo de Ramos marca la actitud de servicio de Nuestro Señor, que proclama su mensaje
y es perseguido y muere para liberarnos del pecado. Pide nuestra alabanza personal, nuestro
acompañamiento también, por su humildad y amor entregado.
Con la hora intermedia del Jueves Santo termina la Cuaresma y comienza el Triduo Pascual que
nos conducirá hasta la Vigilia Pascual. Celebramos que Jesús pasa de este mundo al Padre
habiendo amado a los suyos hasta el extremo.
El Viernes Santo, con la narración de la Pasión, volvemos a la idea de Jesús como siervo de
Yahvé. Jesús sufre la muerte para salvar a todos. Aunque el ayuno y abstinencia de estas fechas
sobre todo es propio de este día, también se recomienda el Sábado Santo, para vivir más
intensamente la permanencia de la Iglesia junto al sepulcro del Señor, meditando su Pasión y
Muerte.
La Santa Vigilia Pascual tiene lugar en una noche de vela en honor de Señor, conmemorando la
Noche Santa en que el Se￱or resucit￳ y es la “madre de todas las Santas Vigilias” (san Agustín).
Esperamos la Resurrección del Señor y la celebramos con los sacramentos de la iniciación
cristiana. Esta Vigilia es figura de la Pascua auténtica de Cristo que celebramos el día siguiente:
el Domingo de Pascua, la solemnidad de las solemnidades.