La concepción economicista de la sociedad
El Santo Padre destacó una vez más, el pasado 1 de Mayo, que “el trabajo forma
parte del plan de amor de Dios ¡nosotros estamos llamados a cultivar y custodiar
todos los bienes de la Creación y de este modo participamos en la obra de creación!
El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de una persona”.
“Pienso – dijo también el Papa – en las dificultades que, en varios países, encuentra
hoy el mundo del trabajo y de la empresa; pienso en cuantos, y no sólo jóvenes,
están desempleados, muchas veces debido a una concepción economicista de la
sociedad, que busca el provecho egoísta, más allá de los parámetros de la justicia
social”.
El Obispo de Roma manifestó una vez más su preocupación por las dificultades que
se vive en tantas partes del mundo a causa de la falta de trabajo, producto muchas
veces del provecho egoísta, fuera de los parámetros de la justicia social: “Deseo
dirigir a todos la invitación a la solidaridad y a los responsables de la cosa pública la
exhortación a que realicen todo esfuerzo para dar nuevo impulso a la ocupación;
ello significa preocuparse por la dignidad de la persona; pero sobre todo quisiera
decir que no hay que perder la esperanza; también san José tuvo momentos
difíciles, pero nunca perdió la confianza y supo superarlos, en la certeza de que
Dios no nos abandona Y luego quisiera dirigirme en particular a ustedes chicos y
jóvenes: empéñense en su deber cotidiano, en el estudio, en el trabajo, en las
relaciones de amistad, en la ayuda a los demás; el porvenir de ustedes depende
también de cómo saben vivir estos años preciosos de la vida. No tengan miedo del
compromiso, del sacrificio y no miren con miedo al futuro, mantenga viva la
esperanza: siempre una luz en el horizonte”. ¿No les parece un programa muy
adecuada para estos tiempos?
Jesús Domingo Martínez