Testimoniar la fe en un mundo perplejo y sediento de esperanza.
La perspectiva histórica nos permitirá valorar adecuadamente la grandeza del
pontificado de Benedicto XVI que ha establecido nuevas bases para el diálogo entre
el cristianismo y el mundo laico y que ha renovado a la Iglesia en la raíz misma de
su experiencia de fe y en su capacidad de comunicarla al mundo. Benedicto XVI,
hoy Papa emérito, ha distinguido a España con un especial aprecio y atención. A los
católicos españoles nos ha encomendado la tarea de dar vida a un nuevo encuentro
entre fe y laicidad que supere viejas incomprensiones. Para ello tenemos en este
Papa a un testigo y a un maestro. Como dijo el Decano del Colegio cardenalicio su
estrella brillará siempre en medio de nuestras fatigas y empeños y nos señalará un
camino seguro para testimoniar la fe en un mundo perplejo y sediento de
esperanza.
Jesús Domingo Martínez