Un mensaje sencillo, profundo y comprensible
Los tiempos cambian, los estilos personales son distintos, pero la naturaleza de la
Iglesia permanece intacta. Sólo Dios basta. O Cristo o el mundo.
Un mensaje sencillo es el mejor camino posible: “el Se￱or no se cansa de
perdonar”, “la misericordia de Dios cambia el mundo”, como nos ha dicho en su
primer domingo el Papa Francisco durante su primer Ángelus. Casi titulares
periodísticos que tocan de una forma eficaz el corazón de la gente. Un mensaje
sencillo, una herramienta eficaz a la hora de preguntarnos qué podemos hacer
nosotros para revitalizar la fe católica.
“Un primer punto para esa revitalizaci￳n es ciertamente un mensaje sencillo,
profundo, comprensible; es importante que el cristianismo no aparezca como un
sistema difícil, europeo, que ningún otro puede comprender y practicar, sino como
un mensaje universal de que Dios existe, que Dios tiene que ver con nosotros, que
nos conoce y nos ama, y que la religión concreta suscita la colaboración y la
fraternidad”. Estas palabras se pronunciaron en 2011, en un avi￳n y durante un
viaje a Benín. Fue Benedicto XVI quien las dijo.
Jesús Domingo Martínez