Momentos muy bellos
La Iglesia católica vive momentos muy bellos. Cada inicio de pontificado es único,
por mucho que la sucesión en la cabeza del colegio apostólico no se haya
interrumpido en 20 siglos. Pedro y los demás Papas son la garantía de que la fe
recibida de Jesucristo se conserva y transmite con plena fidelidad, pero a la vez
cada Romano Pontífice imprime su carácter personal al ministerio y así la Iglesia
evoluciona a lo largo de los siglos. La vuelta al rezo del Ángelus en la Plaza de San
Pedro simboliza que las cosas han vuelto a su lugar.
Desde el Concilio, la Iglesia vive una etapa muy marcada por la renovación y una
mayor fidelidad a sus raíces como medio para afrontar la evangelización del mundo.
Ése es el reto, pero Francisco le dará aires nuevos. Por eso el momento es
apasionante. Conviene estar atentos y dejarse sorprender, sin caer ya en
simplificaciones y prejuicios que desconocen la vida de la Iglesia.
Jesús Domingo Martínez