Caminar, edificar, confesar
El Papa Francisco camina desde el miércoles día 13 como sucesor de Pedro y desde
entonces hay algo que ha quedado claro. Los gestos sencillos y entrañables del
Papa apuntan directamente a Cristo. No se trata sólo de un modo de ser, sino de un
modo de vivir la Fe y de concebir su confesión. El día siguiente, ante los
Cardenales, en su primer Discurso al Colegio que lo eligió, el Papa daba sobradas
muestras de que la Iglesia que él preside existe por y para Cristo. En su despedida
Benedicto XVI apeló a la armonía y a la comunión que, abrazando las legítimas
diferencias, brota de la Fe en Cristo.
El Papa Francisco ha apelado a la comunión vivida durante el Cónclave, como fruto
del Espíritu de Dios que es capaz de suscitar vocaciones y carismas distintos, al
tiempo que los congrega armónicamente para dar testimonio de Dios en el mundo.
Jesús Domingo Martínez