Una carrera para recordar
La honradez de Iván
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Hoy en día se valora mucho los resultados que se obtengan. El
peligro está querer alcanzarlos utilizando medios ilícitos. No hay que
olvidar el principio moral: “El fin no justifica los medios”. Nunca es
moralmente lícito hacer algo malo para obtener algo bueno. Los
medios utilizados han de ser lícitos para que la obra sea buena. Un
ejemplo lo tenemos en los estudiantes que, queriendo sacar buena
calificación en un examen, hacen trampa copiando los resultados. O los
hijos que, para evitar un regaño o castigo, prefieren mentir a sus
padres. Tal vez se sientan contentos con el resultado, pero nunca
sentirán la satisfacción de haber obrado con rectitud. Además, con su
obrar no recto, no son mejores personas.
Recientemente un atleta nos dio un valioso ejemplo de
honestidad, en que más le importó su rectitud y deportividad que
ganar una importante carrera. Se trata del corredor Iván Fernández de
24 años, nacido en Vitoria, España. Desde niño practica el deporte. A
partir de los 9 años combinó el futbol con el atletismo y participaba en
competencias locales.
Fernández ha sido en varias ocasiones campeón nacional de
España. Aunque ya tiene estudios superiores de mantenimiento,
actualmente estudia mecatrónica. Reparte su tiempo entre la escuela y
sus rigurosos entrenamientos.
¿Cómo sucedió ese acto de honor? Veamos…
2) Para pensar
Iván se había preparado para una competencia internacional
para el pasado 2 de diciembre donde se enfrentaría a su rival Abel
Mutai, originario de Kenia, y medallista olímpico en Londres 2012. Se
trataba de la carrera Cross en Navarra. Llegó el día y la carrera se
desarrolló muy cerrada. Abel, su contrincante, estuvo liderando toda la
carrera, e Iván lo seguía en segundo lugar. Casi al final, a los pocos
metros de la meta final, Abel Mutai se detuvo, pues pensó que ya
había concluido el recorrido y ganado. La gente a su alrededor le decía
que siguiese pero no entendía. Entonces Iván lo alcanzó y, en vez de
sacar provecho de la situación para ganar, animó al africano a seguir
corriendo para lograr la victoria.
El mismo Iván lo relata: "Faltando 150 metros, él se me fue 20
metros y justo para llegar a la zona de la meta, vi que Abel Mutai se
paraba antes de la llegada y me quedé un poco sorprendido, porque él
no sé si se enteró bien de que no había llegado, pero la meta todavía
estaba a 50 metros… Abel miró hacia atrás y veía a la gente que le
decía que siguiera para adelante, pero al no dominar el castellano no
se daba cuenta. Entonces yo vine desde atrás y lo empujé hacia la
meta". Abel le dio las felicitaciones por haberlo dejado ganar.
3) Para vivir
¿Por qué lo hizo? Responde Iván: "Nosotros entrenamos para
hacer lo mejor posible, entrenamos muy duro, yo quiero recordar que
ante la victoria y ante todo está la personalidad de cada uno y la
deportividad con los compañeros. En esta ocasión me dejé ganar
porque mi corazón me decía que él era el ganador de la carrera".
Fernández reconoce que la formación de valores la recibió de su
familia: "vengo de una familia estructurada y he tenido la suerte de
tener a mis padres y no me ha faltado ninguno de los dos".
Es de agradecer que estas personas nos enseñen que más
importante que los propios intereses está la caridad, el honor y la
rectitud.
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