Voz del Papa
Dios es un Padre Todopoderoso
José Martínez Colín
1) Para saber
En este “Año de la Fe”, el Papa Benedicto XVI ha querido
profundizar sobre las verdades de fe de la Iglesia Católica. El
pasado miércoles lo hizo sobre la primera y fundamental definición
de Dios que el Credo presenta: “Creo en Dios Padre todopoderoso”.
Afirmaba el Papa que hoy en día no es fácil hablar de la
paternidad, dada las familias rotas, la ausencia del padre debido a
fuertes cargas absorbentes de trabajo, o a las distracciones que
ofrecen los medios de comunicación. Incluso la experiencia de un
padre autoritario o injusto dificulta pensar y tratar a Dios como
Padre y poder entregarse a Él con confianza.
Sin embargo, la Revelación nos ayuda a superar estas
dificultades, pues nos presenta que Dios es un Padre que nos ama
hasta el extremo de entregar a su propio Hijo para salvarnos. Jesús
nos muestra que Dios es un Padre bueno que acoge y abraza al hijo
perdido y arrepentido; es un Padre amoroso que apoya, ayuda,
acoge, perdona y salva, con una fidelidad que supera inmensamente
a la de los hombres.
2) Para pensar
Un profesor de Teología Moral, Ramón García de Haro, tuvo
ocasión de cenar en una ocasión con el beato Juan Pablo II, debido
a un acto académico sobre el matrimonio y la familia. Se hablaba de
las dificultades y, en un momento de silencio, oyó que el Papa decía
en voz baja, hablando consigo mismo o quizá hablando con Dios:
“La tragedia del hombre actual es que se ha olvidado de quien es”.
Efectivamente, no pensamos en nuestra gran dignidad al
haber sido creados a imagen y semejanza de Dios, y elevados a la
condición de hijos de Dios.
3) Para vivir
Incluso al ver el mal en el mundo, puede llevar a dudar en un
Dios que es Padre amoroso y todopoderoso. Pues quisiéramos que
siendo todopoderoso nos resolviera los problemas, o interviniera
para evitarnos los sufrimientos, la guerra, la enfermedad, el dolor y
tantos males. Sin embargo, dice el Papa, la omnipotencia de Dios se
caracteriza por una libertad amorosa y paternal. Dios, al darnos
libertad, renunció a una parte de su poder, dejando el poder en
nuestra libertad. Así, Él ama y respeta la respuesta libre de amor.
Como Padre, Dios quiere que seamos sus hijos y que vivamos en
plena intimidad con Él. Su omnipotencia no se expresa en la
violencia, no se expresa en la destrucción de todo lo malo como
quisiéramos, sino que se expresa en el amor, en la misericordia, en
el perdón, en la aceptación de nuestra libertad y en la incansable
llamada a la conversión del corazón; es una actitud aparentemente
débil, pero que es la que nos salva.
Un salmo lo expresa: "Tú eres misericordioso con todos,
porque todo lo puedes; cierras los ojos ante los pecados de los
hombres, esperando su arrepentimiento. Amas a todos los seres que
existen" (Salmo 11).
La paternidad de Dios es, pues, dice el Papa, infinito amor,
ternura que se inclina sobre nosotros, hijos débiles, necesitados de
todo. A su vez, el salmo 103, el gran himno de la misericordia
divina, proclama: "Como un padre es tierno con sus hijos, así el
Señor es tierno para con los que le temen".
Así, el conocer que Dios es Padre nos ilumina sobre el gran
amor que nos tiene y nos ha de llevar a vivir confiados y
agradecidos por su protección.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía
por la Universidad de Navarra
( articulosdog@gmail.com )