REFLEXIÓN POÉTICA DEL LIBRO INÉDITO "LA VOZ DEL ALMA EN ESTÉTICO
CONCIERTO"
EL ÓRGANO HISTÓRICO DE TORRE DE JUAN ABAD (1)
"Somos nuestra propia historia sonora"
Por Torre de Juan Abad el aire se envuelve de música,
los caminos se embellecen de versos que injertó Quevedo,
y hasta el silencio suelta un pentagrama de emociones
que nos abrazan de alegría y nos alejan las tristezas.
El órgano de Torre de Juan Abad es historia viva
de un pueblo con alma, de un lugar con cuerpo de luz,
que sabe crecer con el tiempo hasta espigar con la vida,
las audiciones más sublimes, las armonías más gloriosas.
Quién pudiera vivir en esta Torre del cielo y dejarse morir.
Quién pudiera ser ventana de esta Torre para lanzar versos.
Quién pudiera ser la brisa que todo lo mueve y conmueve.
Quién pudiera ser el latido que prolongase la vida. Quién.
En Torre de Juan Abad el órgano no cesa de elevar
sus plegarias al Creador, cuando no hay manos para tocar,
son las manos de Dios las que estremecen el corazón,
son sus músicas celestes las que nos despiertan y avivan.
Todos los sentimientos tornan y retornan a su estado níveo.
Las mismas piedras sonríen al escuchar el órgano brotar.
Mil tonos entonan pensamientos, son como timbres de sol,
como estallidos de estrellas que se injertan muy adentro.
Es el frenesí del tiempo el que habla a través del viento.
Aquí, en Torre de Juan Abad, el órgano es pulso y pausa,
por él habla el amor que Dios nos ha donado a cada uno,
por él descansa el pueblo, abre los oídos y cierra los ojos.
No hay mejor respiro, pues, que olvidarse por la Torre
para dejar volar la imaginación y recordar que somos
parte de un pentagrama en concierto con nuestro andar.
Uno existe porque existe el aliento de un espíritu sonoro.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
12 de enero de 2013
(1)Torre de Juan Abad es un municipio español situado en el Campo de Montiel. Es un
referente en cuanto a ciclos de concierto de órgano y una referencia obligada en cuanto a
gentes con corazón. Con justicia, uno de sus señores, Quevedo, selló aquella frase célebre de
que "los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan".