IRREPETIBLE
Dedicada a mi esposa en el 50 Aniversario de Matrimonio.
Aquel dieciocho de Marzo, comienzo de la primavera,
el templo lleno de flores, de familiares y de amigos,
pero invisible alli estaba...El Señor, quien fue el testigo
bendiciendo con su amor, aquella eterna promesa.
Y fieles al Evangelio, en tristezas y alegrias,
en salud y enfermedad, en pobreza y abundancia;
y en errores cometidos, el perdon puso su gracia,
logrando en cincuenta años, cada dia, un nuevo dia.
Y en un verano lluvioso de sombrio atardecer,
llego repentinamente, aquel testigo invisible,
bendiciendo nuestras vidas, con un nuevo amanecer.
El hombre es aun mas hombre, cuando sabe agradecer,
que aquel testigo invisible, ha hecho que sea posible,
que el amor de aquella primavera, sea algo irrepetible.
Diego Quiros, Sr.
Miami, Florida.
18 de Marzo 2011.