UN ESTILO DE VIDA SANO
Un abad de un monasterio español en una entrevista que le
hacían, a los pocos días de ser elegido, decía que una de
sus intenciones era fomentar “la calidad de vida” en su
monasterio. En realidad no especificaba los detalles. De
todos modos la idea me resultaba genial. La gente no sabe
lo que se pierde cuando no cultiva la fe y no la transmite a
sus hijos. La fe es una gran herencia y una forma de
iluminar la vida y llenarla de sentido.
Hay ciertas actitudes que ayudan a sentirse mejor. Voy a
enumerar algunas realidades que llevan las creencias y la
confianza en Dios.
--- Soy amado por Dios en toda mi realidad aunque no
cambie en nada. Soy amado de Dios. Es la experiencia
creyente más fundamental y más radical. La vida tiene
muchos contratiempos, obstáculos y fracasos. Hay heridas,
traumas que todos llevamos impresas en nuestra historia
personal. Sin embargo, la religión proporciona a las
personas unos resortes y mecanismos que nos pueden
proporcionar alegría, paz, autoestima y sentirnos bien, a
pesar de nuestras debilidades y miserias. Sentirnos amados
de Dios al estilo de Jesús es una actitud básica que
debíamos cultivar. En realidad es una de intenciones de
Jesús que trató de inculcar a los discípulos: sentirse hijos
amados de Dios.
--- La vida es un don . Lo más valioso de la persona es
una gracia y regalo de Dios. Lo más importante es
comprender que son muchas las cosas positivas que hemos
recibido: la vida, los talentos que tenemos, la familia, las
posibilidades materiales que se nos han dado, la cultura… y
sobre todo la fe en Dios. Por eso la actitud más lógica es
agradecer a Dios todo lo bueno, saludable y positivo que
encontramos dentro de nosotros y en nuestro alrededor.
Para el creyente israelita, la acción de gracias era lo más
natural y un motivo de alabanza y dar gracias por todo: por
el sol, el mar, la luz, el calor, la primavera, las lluvias, los
disfrutes de la vida. Esta forma de ver la vida como don,
alabanza y acción de gracias le proporcionaba alegría y
gozo de la fe. Esta forma de ser nos hace saborear lo bello
de la vida. Y es muy sano.
--- La fuerza terapéutica del amor . El origen de la vida,
según el cristianismo, es un Dios que es amor y solo amor.
La vida humana que no está orientada para amar y ser
amada lleva al vacío y la angustia. Podemos adquirir
muchas cosas y lograr muchos éxitos pero solo el amor es
digno de crédito y da salud a la existencia humana. Incluso
el don de la libertad sin el amor carece de sentido.
Hacemos muchas cosas, realizamos muchas actividades,
nos comprometemos en diversas causas pero la fuerza vital
tiene que estar impulsada por el amor: “Amarás al Señor,
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo cono a ti
mismo… Haz esto y vivirás (Lucas 10,27-28). La fuerza
curativa del amor, vivir amando y comprendiendo, tener
una actitud positiva hace crecer a la persona, la libera de
las esclavitudes y proporciona una vida sana, despierta
unas energías y da color a lo que hacemos y padecemos.
Hoy vamos buscando dietas saludables que nos hagan
sentir mejor y en forma. La vida de fe es una alternativa
que no debíamos olvidar, no saben lo que se pierden las
personas que consideran a Dios y la fe como algo inútil de
lo que podíamos prescindir.
Lucio del Burgo