CUANDO NO PUEDES REZAR
Por: Claudio de Castro / cv2decastro@hotmail.com
Tengo tiempo que no puedo rezar el Padre Nuestro.
Cada vez que lo inicio y digo: "Padre..." , una dulce voz interior me responde:
"Hijo..."
Llevo así algunas semanas.
Vuelvo a empezar pausadamente: "Padre..." y al segundo la respuesta "Hijo..."
Le he dicho a Dios en broma: "Que no me dejas rezar".
Y Él me responde: "Rezar Claudio es estar conmigo".
Creo que la profundidad de esta oración radica en la certeza de sabernos hijos
suyos.
Hijos de un Padre Misericordioso, Tierno y bueno.
Me encanta saber que me tiene en su Corazón. Y espera siempre que le cuente mis
cosas y le diga que lo quiero.
La verdad es que pocas veces he comprendido a Dios. Toma decisiones que me
enredan, me confunden y al final me llenan de alegría y esperanza.
He decidido por eso olvidar mi afán por comprender y dedicarme a confiar.
Bueno, te dejo amigo mío. Voy a ver si esta vez puedo rezar sin que me
interrumpa.
"Padre..."
"Hijo...".