Nacionalismos y exigencias morales
En cuanto a los nacionalismos y sus exigencias morales, sobre lo que los obispos se
han pronunciado en la última Permanente, aludiendo al documento de la CEE
“Orientaciones Morales ante la situacin actual de Espaa”, cabe destacar que “la
unidad histórica y cultural de España puede ser manifestada y administrada de muy
diferentes maneras. La Iglesia no tiene nada que decir acerca de las diversas
frmulas políticas posibles” pero se puede afirmar que “habrá de ser respetada
siempre la voluntad de todos los ciudadanos afectados, de manera que las minorías
no tengan que sufrir imposiciones o recortes de sus derechos”. Se puede leer
también que “La Iglesia reconoce, en principio, la legitimidad de las posiciones
nacionalistas que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos, pretendan
modificar la unidad política de Espaa”, pero “la propuestas nacionalistas deben ser
justificadas con referencia al bien común de toda la población directa o
indirectamente afectada”.
Para el portavoz de la CEE, “el ser humano es un sujeto libre” y “la libertad de la
persona la ejerce un sujeto”. Por tanto, “ser humano y libertad son dos unidades
que no se pueden contraponer. Hay que afrontar las dos al mismo tiempo”. En este
sentido, coment que “las propuestas políticas van encaminadas a la desintegracin
de la unidad, que es España, produce gran inquietud a los Obispos porque sería una
posicin que no tienen en cuenta el bien común”. “La Iglesia no entra en cuestiones
teóricas o políticas pero sí en elementos fundamentales como valorar el bien de la
unidad y de la diversidad y el modo de proceder. Hay criterios éticos, no vale todo”,
manifest. Y es que “acciones unilaterales, no son moralmente aceptables”.
Jesús Domingo Martínez