REGENERADO
No está en mí regenerar mi vida,
¡Oh Dios! de tan divina omnipotencia.
Suministra en mi espíritu paciencia,
Y cambia tú mi mente adormecida.
Rescata ¡oh Cristo! a mi alma compungida,
Que están mis manos llenas de violencia,
Que me ha defraudado ciega ciencia,
Que puse en tu lugar, y hoy confundida.
Entre en tu voluntad, sin más alardes
De falsa ciencia y de mordaz jactancia,
Y llena mi razón de temperancia.
Concédeme valor; que tú me guardes
Con generosidad y tolerancia;
¡Llena mi corazón de tu abundancia!
Ya, sin beligerancia,
Será mi noble anhelo por asirte,
Delicia para, limpio, compartirte.