¡SOY MÁS QUE YO!
En el paisaje del universo
los pueblos tienen nombres de mar,
son olas los caminos
y horizontes las mareas soñadas.
¡Soy más que yo, un marinero en busca de puerto!
Las noches azules, son tan profundas,
que resucitan amores vividos.
Sobre la vida, los corazones puros,
tejiendo poesia en movimiento.
¡Soy más que yo, un puerto en busca de océano!
Las lágrimas son versos que vibran.
Los sones son alas que palpitan.
Todo es un abrazo permanente.
El mar y la tierra fundiéndose.
¡Soy más que yo, un océano en busca de cielo!
En el cielo del cielo de esta tierra,
la belleza ondea en el aire como luz.
Las auroras son como gotas de luna,
los atardeceres, chispas que encandilan,
y las noches, ¡ay las noches!, vivifican.
¡Soy más que yo, el cielo en busca del hombre!
Todo se reanima en el reino de las alturas.
Todo se anima en el reino de las soledades.
Todo se levanta en el reino del silencio.
Todo se esclarece en el reino poético.
¡Soy más que yo, el hombre en busca de Dios!
Dejadme, pues, en este orbe salado
por el viento, para que pueda prolongar
este verso interminable de la eternidad
que nos dormita y nos despierta.
¡Soy más que yo,
cuando el mundo te olvide, Dios sigue contigo navegando!
A pesar de que somos insignificantes,
percibo que Dios está con nosotros hasta el final
para que nadie se ahogue con la vida que nos hemos labrado
cada cual con cada uno y cada uno con cada cual.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
8 de septiembre de 2012