En la Declaración Universal de los Derechos Humanos “late la visión
cristiana”
En la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de 1948 “late la visin
cristiana”, afirm monseor Roland Minnerath. El Arzobispo de Dijon planteó la
“adecuada reivindicacin de la naturaleza humana, auténtico sustrato de los
derechos humanos” como algo “irreductible a los juegos de los poderes y los
deseos, que nos corresponde descubrir y proteger”. Ésta, añadió, es el alma de la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, indicó.
Según el prelado francés, reivindicar adecuadamente la naturaleza humana “supone
alejarse del individualismo o los localismos exacerbados”, al igual que de ciertas
“derivas” de los derechos humanos, realizadas por ciertos grupos de presin para
forzar “la aceptacin de sus reivindicaciones sectoriales”. Tales partidismos
“alimentan el relativismo y la ausencia de una visin antropolgica común”, hasta el
punto de que “la idea de verdad puede terminar siendo combatida en nombre de la
democracia”, asegur el arzobispo de Dijon, quien resalt que este punto de vista
“es autodestructivo, porque la ausencia de verdad se impone como una nueva
verdad”.
Por su visión reduccionista del ser humano, “el cientifismo, que no la ciencia, es
otro de los desafíos a que ha de hacer frente la recuperación de la naturaleza
humana como sustrato de los derechos humanos”. Desde esa perspectiva, explic
monseor Minnerath que “lo humano ya no se comprende en su totalidad de alma,
cuerpo y espíritu, sino en el análisis de sus componentes orgánicos. La neurología,
pues, reduce el hombre al cerebro, y el cerebro, a los elementos químicos que lo
forman”.
Jesús Domingo Martínez